Nacimiento
Fecha aproximada de su nacimiento en Costa de los Ríos, zona indeterminada del noroeste africano, donde habría vivido su juventud.

1604
Fecha aproximada de su nacimiento en Costa de los Ríos, zona indeterminada del noroeste africano, donde habría vivido su juventud.
1629
El Negro es apresado por traficantes de esclavos y llevado en barco desde su tierra africana hasta Pernambuco, en el norte de Brasil.
Muchos de sus compañeros mueren en el viaje. Él llega sano y salvo al Nuevo Mundo.
1630
El Negro es comprado por un navegante portugués, Andrea Juan. Lo bautizan y lo llaman Manuel.
En el barco de este hombre es llevado a Buenos Aires, junto con un cargamento en el que hay dos imágenes de la Virgen que lleva por pedido de un amigo portugués, Antonio Farías de Saa; que necesita una imagen de la Purísima Concepción para poner en la capilla de su estancia en Sumampa, hoy provincia de Santiago del Estero.
El Negro Manuel es entregado por Andrea Juan a su amigo Bernabé Gonzalez Filiano, en agradecimiento por haberlo ayudado, luego de haber sido detenido por contrabando en el puerto de Buenos Aires. Este amigo y nuevo dueño de Manuel es administrador de una estancia a orillas del río Luján, lo de Rosendo, y allí lo llevan al esclavo.
El cargamento luego de la demora sufrida, es llevado en carretas desde el puerto hacia el Norte, la segunda noche de viaje llegan a lo de Rosendo.
Al querer seguir a la mañana siguiente, una de las carretas, tirada por bueyes, no se mueve. Luego de varios intentos, bajan uno de los cajones dónde está la imagen de la Purísima Concepción. Entonces los bueyes tiran de la carreta. Cuando abren el cajón y ven la hermosa imagen, dicen llenos de emoción y alegría ¡Milagro! ¡La Virgen se quiere quedar acá!
El Negro Manuel testigo de todo es puesto a cuidar la sagrada imagen, así se cumple lo de Cristo en la cruz: “Ahí tienes a tu Madre”.
El Negro Manuel está con la Virgen unos cuarenta años, allí en lo de Rosendo. El esclavo se ocupa de la limpieza de la pequeña capilla que se hizo junto a la casa. Mantiene prendida la lámpara de aceite que ilumina la sagrada imagen. Recibe a quienes van a ver a la Virgen, les cuenta el milagro y a las personas enfermas les pone el aceite de la lámpara.
El Negro Manuel es tenido por amigo de todo el pueblo.
1671
El Negro Manuel se queda solo en lo de Rosendo porque Ana de Matos, mujer creyente, compra la sagrada imagen, para llevarla a su casa, lejos de ahí, también a orillas del río Luján.
Sin embargo, la imagen dos veces vuelve a donde se había quedado el Negro. Ante este hecho admirable, Ana consulta al Obispo en Buenos Aires y deciden llevarla en procesión, de la que participan el pueblo y también el Negro Manuel.
La sagrada imagen no se fue más de su nuevo lugar, en lo que hoy es Luján.
1674
El Negro Manuel al ser llevado con la Virgen es reclamado por los herederos de su dueño ya fallecido. Por el pleito judicial que surge el Negro tiene que ir a Buenos Aires.
Allí él se defendía diciendo: “Soy de la Virgen Nomás”.
La situación se resuelve cuando Ana de Matos y el pueblo hacen una colecta y compran al Negro para que sea de la Virgen y continúe su servicio a la sagrada imagen de Luján.
La fecha del documento de compra es el 24 de diciembre de 1674; fue hallado por colaboradores del padre Presas en el Archivo General de la Nación y publicado por primera vez en 1974.
1684
El Negro Manuel al ser vendido por sus dueños, queda definitivamente unido a la Virgen de Luján, a quien él reconoce como su Dueña y su Madre.
El amor de la Purísima por su fiel servidor, de rara candidez y simplicidad se fue haciendo más grande y así el Negro hacía con el aceite numerosas curaciones de enfermos que iban de distintos lugares.
Así ocurrió con un cura de Buenos Aires que fue a Luján, muy grave, y a quien el Negro ungiéndolo en el pecho con el aceite de la lámpara le devolvió la salud y a quién le dijo claramente: “La Virgen lo quiere para que sea su sacerdote”.
El padre Pedro Montalbo prometió serlo y así ocurrió: accede a quedarse como su capellán.
El Negro Manuel cuando iba en las mañanas a saludar a la Virgen, se encontraba con que su manto estaba lleno de abrojos y flechillas de campo y comprendiendo lo que pasaba le decía con trato familiar y confiado:
“Señora que necesidad tiene de salir por las noches
a ver a sus hijos, siendo tan poderosa,
que desde aquí los puede ayudar.
Y anda entre los pecadores que no la tratan bien”.
Pero Manuel aprendía que la Virgen por ser Madre quería ir a visitar los ranchos de los pobres del lugar.
1685
El Negro Manuel ya anciano, con barba crecida, seguía gozando de la amistad de todo el pueblo.
Ayudó a la obra de la capilla, iniciada por Ana de Matos y reiniciada y terminada por Padre Montalbo quien hizo mucho para que se termine.
1686
El Negro Manuel, ya muy enfermo dijo un día:
“Mi Ama, la Virgen, me ha dicho que voy a morir un viernes y que el sábado siguiente me llevará a la gloria”.
Y así ocurrió la muerte de Manuel, en los primeros meses de 1686. Habían pasado 56 años del milagro de la carreta.
El Negro Manuel, por la fama de santo que tenía fue enterrado su cuerpo, detrás del altar mayor de la iglesia de Montalbo, a los pies de la Virgen de Luján.
Su alma ya libre y llena de luminosa felicidad, vuela al cielo, para estar con Dios y con su Madre.
El predio donde descansan sus restos está ubicado a 50 metros de la Basílica y fue declarado "lugar histórico nacional" por decreto del Poder Ejecutivo Nacional en 1989.